El futuro está determinado por tus decisiones.
Solemos pensar que nuestra vida va fluyendo, y así es.
Va fluyendo en una dirección determinada y avanza en una dirección concreta.
Pero, ¿te has preguntado si eres tú mismo quien marca esa dirección?
¿Te has preguntado si tu vida y tus proyectos, avanzan en la dirección que quieres para ti?
Muchas veces no somos conscientes de que las decisiones que tomamos, nos van alejando de lo deseamos para nuestra vida.
Y es que, muchas veces, tus decisiones no te incluyen a ti.
Sé que parece una locura, pero ¿Cuántas veces tomamos decisiones pensando más en el otro que en nosotros mismos?
Sin darte cuenta a veces estás más pendiente de no defraudar, de no cambiar y no logras tener la claridad mental para tomar buenas decisiones.
Y sigues en la rueda de hacer lo que se espera de ti, sin contar contigo mismo.
¿Las decisiones que vas tomando, le dan plenitud a tu día a día?, ¿te hacen feliz?, o por el contrario, ¿están haciendo que te apagues un poco más cada día que pasa?.
Y es que ser capaz de tomar decisiones que sumen tu vida y tu profesión, es una cuestión de hábito y de quererse un poquito.
De darse la importancia y el tiempo, para reflexionar.
De tener claridad mental para tomar buenas decisiones y dejar de caer en la inercia de la costumbre, de lo conocido o de lo que siempre haces.
Todas ellas son decisiones automáticas desde el “yo” que está absolutamente alejado de tu Ser, de tu propósito real y de tu esencia más auténtica, que es la que te llevará a lo que te hace feliz y te llena por dentro.
Hoy quiero darte 4 claves para que descubras cómo tomar decisiones auténticas, decisiones que te acerquen a ser tú mismo.
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Enfócate en lo que quieres y necesitas.
Muchas veces nos valemos de miles de excusas para evitar escoger.
Nos distraemos poniendo la mirada fuera o en asuntos que no son prioridad, solo con tal de no decidir.
Sin embargo, cuando te enfocas en lo que quieres y necesitas, el camino está claro, sabes lo que tienes que hacer y no te lo cuestionas.
Tomas decisiones con claridad.
La vida se torna fácil y ágil.
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Aclara tus ideas y emociones para tomar decisiones con seguridad en ti mismo/a.
La claridad, la mayoría de las veces, consiste en sacar a la luz lo que se esconde detrás de los pensamientos y emociones que nos atrapan.
Escondemos lo que nos hace brillar, lo que nos hace querer ser mejores, y todo porque el caos de las emociones y de los pensamientos constantes arrasan con toda nuestra claridad, ilusión, metas y deseos.
Sin embargo, cuando te permites soltar y restablecer el orden emocional y mental, ves las nuevas alternativas y posibles acciones que se te presentan de frente.
Surgen las ganas y la motivación. Y la toma de decisiones es clara, es auténtica.
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Plantea lo que necesitas de forma clara y efectiva.
Es la manera de expresarte de forma genuina, de vivir una vida valiosa y en coherencia con lo que piensas, sientes y haces.
Pasas a la acción sin tantos cuestionamientos.
¿Y sabes qué?
Te ayuda a volver a ti, a ganar claridad mental para tomar buenas decisiones y afrontar la conversación pendiente o la reunión temida con seguridad en ti mismo/a.
Tus días tienen un sentido especial para ti, te sientes motivado y conectas con las cosas que de verdad te importan.
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Saber qué pasos dar manteniendo tus prioridades.
Significa atender y aceptar tu situación actual.
La aceptación del momento presente, permite ver tu realidad actual, sin disfrazarla, tal y como es ahora, y así tomar decisiones que de verdad te ayudan a salir de la situación actual.
Tener la claridad de tu lado, te da el orden y la dirección necesaria para asegurarte que las decisiones que tomas te guían hacia lo que deseas para ti, hacia el objetivo deseado, saliendo de donde no deseas estar y seas tú mismo.
Si te ha gustado el artículo, y estás convencido de que lo que quieres es tomar decisiones auténticas y quieres que te eche una mano, puedes anotarte a la lista de espera de la próxima MasterClass sobre Amor Propio y empoderamiento donde descubrirás mucho más.